Microcromatismo es una instalación que disecciona el cromatismo de uno de los paisajes más sorprendentes: las lagunas rosas. Estas formaciones configuran paisajes en los que confluyen diferentes tonos cromáticos: el azul del agua que las compone, el blanco de la sal que suele estar presente en ellas y el rosa de los organismos que la habitan.

Una inmensa laguna rosada nos invita a querer saber los motivos de su color. La explicación tiene diferentes escalas, empezando por los microorganismos (bacterias halófilas) que se alimentan de los restos de las deposiciones de las aves acuáticas de ambientes salinos. Estas bacterias, son fuente de alimentación de las micro algas Dunaliella. Las algas son a su vez fuente de alimentación del crustáceo Artemia salina, base fundamental de la alimentación del flamenco. Una sucesión de organismos vivos de color rosa.

Las artemias, con sus dos centímetros de longitud, son el primer eslabón visible de esta cadena cromática. Puede verlas el ojo humano, pero haciendo un esfuerzo de acercamiento. Por ello, aquí se aumenta su tamaño, para poner de manifiesto el valor subestimado de las lagunas rosas como uno de los paisajes más especiales a nivel mundial.

La instalación supone un punto de encuentro entre la fabricación digital y el montaje manual y artesanal. Está realizada con materiales ligeros, transparentes, translúcidos y brillantes, que evocan una realidad paisajística de colores y texturas.  La disposición del conjunto en un abanico ascendente crea un nuevo espacio vibrante dentro de el salón de la generación del 98 del Casino de Torrevieja (Alicante).


Autorxs: Adriana Figueiras y Salva Serrano
Colaboradoras: Anja Brinkmann, Elena Santamarina, Carolina Gómez, Mariella Caddeo y Elena Invernizzi